sábado, 28 de mayo de 2011

« COMPAÑERA TE DOY...»

El fenómeno de la radio supera cualquier definición concreta. No es un concepto estable ,matemático,ni se puede limitar en cuadriculas rigurosamente técnicas,porque, de todas sus características y posibilidades de aplicación, la principal es precisamente su virtualidad para trascender hasta la categoría de autentico fenómeno social. Nació para servir tanto de sistema como de medio de comunicación, pero en sus momentos de esplendor ha llegado a superar las funciones de simple transmisor de hechos,y ha conseguido influir incluso sobre los acontecimientos. Esta operatividad potencial, unida a la característica de instantaneidad de sus mensajes,peculiariza al mundo radiofónico entre todas las formas de comunicación y de masas.
La radio ha sido desde su nacimiento un termómetro fiel de los cambios sociales,hasta el punto de convertir sus distintas fisonomías historicas radio instrumento,radio negocio,radio medio de expresión etc, en otras tantas imágenes palpitantes de las etapas del siglo XX. El mensaje de las ondas radiofónicas sigue alumbrando ideas entre sus destinatarios,porque fomenta en ellos otra de las características vitales de su propio desarrollo: la imaginación. La radio estimula la imaginación en contraposición con otros medios que solo ponen imágenes,cada mensaje sonoro se transforma así en una imagen pensada o inconsciente,jalones del camino que conduce, en ultimo termino, al mundo poético y que llega a convertir a la radio en un "genero" artístico,en un vial abierto para la sensibilización en el hombre que estimula su imaginación.




Tomado de "El reto de las Ondas,ochenta años de radiodifusión", José María Burriel, Colección Aula Abierta Salvat.

Evelyn Campaña Y.           

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